Uno de los grandes valores de la Iglesia es el hecho de que sus bienes no les pertenecen a sus ministros sino a la comunidad que peregrina en determinada parroquia y para su servicio; sin embargo, a veces nos falta mayor compromiso en el cuidado de las cosas o en nuestra generosidad para el sostenimiento económico de las estructuras o de las actividades programadas. Tenemos que hacernos, conscientes de que toda la acción educativa, pastoral y apostólica de nuestra parroquia es responsabilidad de todos y esto demuestra nuestro sentido de pertenencia. Hoy el evangelio nos recuerda las palabras de Jesús sobre nuestra actitud de generosidad. Quizá para un rico es más fácil dar en abundancia que para un pobre, Jesús observa esto y por eso llama a sus discípulos para hacerles ver el caso de la viuda pobre y aquellos ricos dando la ofrenda en el templo. El Seños no repara en la cantidad de ofrenda sea poco o mucho, lo importante es la generosidad de corazón con el que hagamos nuestra ofrenda pues El no mira tanto la cantidad sino la calidad pues aquella mujer, aunque solo dio un par de moneditas, para Jesús dio más que una de las otras personas ricas que daban grandes sumas de dinero; tenemos que ser generosos con el Señor, sin medir, seguros de que Dios devuelve 100 veces más a aquellos que dan con amplitud, pero sobre todo con amor. Feliz semana y muchas bendiciones para todos. Padre Marco