¡FELICES PASCUAS! Debido a la pandemia que ha afectado a una gran parte de la población mundial, este año celebramos la Pascua en circunstancias inusuales, ya que nos encontramos confinados en nuestros hogares. Esta pandemia ha tocado nuestras vidas de tal manera que somos tan conscientes de la fragilidad humana. Personas de diferentes edades, todos los grupos étnicos, ricos y pobres han sido afectados. Confiando en Dios seguimos en oración, agradecidos por el esfuerzo de aquellos profesionales de la salud, sacerdotes, trabajadores sociales, políticos y muchas personas que se han unido para aliviar el sufrimiento, alimentar al hambriento, fortalecerse mutuamente y cambiar las circunstancias dando esperanza. En medio de esta pandemia, celebramos la Pascua, que festeja la vida. Aquí, en California, hemos sido bendecidos con lluvia, en un territorio que generalmente es cálido y árido. Después de cada lluvia, vemos el cambio; todo se levanta y se vuelve verde como lo contemplamos en la incertidumbre del coronavirus: hay vida en nuestro alrededor. Es Pascua. Los judíos, esclavizados en Egipto, con fe experimentaron un éxodo saliendo de la servidumbre a la libertad, buscando "una tierra que mana leche y miel" (Ex 3, 8) . La Pessach judía (Pascua) celebra la liberación de todo un pueblo, no solo de individuos. La fe de Jesús en un Dios Padre bueno y misericordioso era tan diferente de la imagen en el Dios castigador que imponía normas y leyes severas. Esta mentalidad estaba en la mente religiosa de su tiempo, su prédica era un hecho inaceptable. Fue esta dureza e insensibilidad lo que lo llevó a la muerte. Jesús mostró un Dios de amor y misericordia. La Pascua cristiana celebra la resurrección de quien fue torturado en la cruz. Jesús dió un mensaje profundo en su Pascua, que no quedó en el recuerdo del éxodo. En la cruz, dejó la oscuridad de la muerte abriéndose a la vida. No volvió a la vida que tenía antes, sino que comenzó otro tipo de vida libre de la muerte. Esta Pascua lo seguimos, aceptando y transformando estos momentos de preocupación por la crisis de la pandemia,sabemos que somos capaces de salir de esta crisis hacia una vida nueva, creando una realidad más humana y más digna, que respete la creación de Dios, donde todos disfrutamos del amor y de la misericordia del Padre. ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado! ¡Felices Pascuas! Un agradecimiento especial al Padre Roberto, quien ha trabajado diligentemente estos días en Internet, Facebook y WhatsApp para evangelizar, llevando la celebración de la Eucaristía y la vida en Jesús a muchos hermanos y hermanas. Que Dios los bendiga.