Tenemos que hacernos conscientes de que la lógica humana siempre ha sido y será diferente a la lógica de Dios, el mismo Jesús lo dice, pensamos como los hombres y no pensamos como Dios. Por tanto, si pensamos como piensan los seres humanos, nuestro paso por este mundo está centrado en la búsqueda de honor prestigio, riqueza, posición social y bienes materiales, pero, si pensamos como piensa Dios sabemos que tenemos que ser los últimos, los servidores de los demás, sin esperar recompensa, agradecimientos ni ningún tipo de reconocimiento es más, debemos estar dispuestos a ser rechazados, perseguidos y menospreciados, a beber el cáliz del Señor del que se nos habla en el evangelio de hoy, es decir, estar dispuestos incluso a dar nuestra propia vida sin esperar nada a cambio. ¿Si el Señor siendo el Hijo de Dios pudo hacerse el ultimo y el servidor de todos, entregando su vida en el suplicio de la cruz por la redención de nuestras almas, porque nosotros no somos capaces al menos de ser los servidores de los demás con humildad y generosidad? Que el Señor fortalezca nuestra fe para que podamos servir con mayor entrega en nuestra parroquia especialmente con aquellos menos favorecidos y más necesitados. Bendiciones para todos, feliz domingo y feliz semana. Bendiciones para todos. Feliz domingo y feliz semana. Padre Marco

We have to become aware that human logic has always been and will always be different from God's logic Jesus himself says so. We think like human beings and we do not think like God. Therefore, if we think as human beings think, our passage through this world is focused on the search for honor, prestige, wealth, social position and material goods. However, if we think as God thinks, we know that we have to be last, the servants of others, without expecting a reward, thanks or any kind of recognition. We must be willing to be rejected, persecuted and despised. Wanting to drink from the cup of the Lord that we are told about in today's Gospel, that is, to be willing even to give our own life without expecting anything in return. If the Lord, being the Son of God, could become the last and the servant of all, giving his life in the suffering of the cross for the redemption of our souls, why are we not capable at least of being the servants of others serving with humility and generosity? May the Lord strengthen our faith so that we can serve with greater dedication in our parish, especially with those who are least favored and most in need. Blessings for all. Happy Sunday and happy week. Fr. Marco